viernes, 15 de enero de 2010

Miguel Hernandez, visto por Eduardo



Así vió Eduardo, nuestro artista "local" (del ecosistema rajoletano), a este poeta universal que comenzó su andadura poética entre olivos y ovejas, pisando tierra de la vega baja alicantina, la misma que le cubre en su eternidad. Esta es nuestra manera de comenzar este homenaje al poeta pastor, perito en lunas y que su voz susurraba vientos del pueblo, mientras su nombre de barro se hacia inmortal a través de su poesia.

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